Wednesday, December 28, 2011

Coca


(Spanish version Below)

In an article published by the BBC, Bolivian President Evo Morales expressed his confidence that the United Nations ban on chewing coca leaves will soon be lifted. The coca leaf has historically been used in Bolivia, as in many other Andean countries, not only in natural medicine, but also in everyday products such as flour, toothpaste, soap, skin cream, energy bars, tea, energy pills, etc.

Several studies conducted by researchers at Harvard University have verified the health benefits of coca, and many other reputable organizations—from the World Health Organization to the National Geographic Society—have also highlighted the medicinal properties of the coca leaf. Regrettably, none of this has so far been sufficient to overcome the widespread vilification of the coca leaf because of its most notorious derivative: cocaine.

President Morales’s campaign to end the international ban on coca is clearly justified. It is bad policy to attempt to combat the illegal consumption of cocaine by eradicating coca leaf production in Latin America. Rather than scolding Latin American coca producers and meddling in the internal affairs of Latin American countries, the international community—and especially the United States—should focus the so-called “drug war” on more practical solutions aimed at minimizing demand for cocaine. Without the large demand, there would be no supply problem.

Bolivia (as well as Peru, Colombia, and Ecuador) has the sovereign right to cultivate, produce, and consume the coca leaf and to continue to benefit from its holistic derivatives. It is time to end the ban.


En un artículo publicado por la BBC, el presidente de Bolivia, Evo Morales, expresa su confianza que la penalización de masticar hoja de Coca, prohibida por las Naciones Unidas, pronto será despenalizada. Históricamente, la hoja de coca se ha venido usando en Bolivia, como en muchos países Andinos, no sólo como medicina natural, pero también en productos de consumo diario como harina, pasta de dientes, jabón, cremas de piel, energéticos, té, pastillas energéticas, etc.

Mucho estudios hechos por investigadores de la universidad Harvard han podido verificar los beneficios saludables de la hoja de coca; Y también, muchas otras organizaciones de renombre—Como la Organización Mundial de la Salud y la National Geographic Society— han destacado las propiedades medicinales de la hoja de coca. Lamentablemente, ninguno de estos estudios tuvieron suficiente peso para superar el repudio impuesto a la hoja de coca, debido a su más notorio derivativo: La Cocaína.

La campaña del presidente Morales para terminar con la penalización de la hoja de coca es justificada. Es una mala política que atenta combatir el consumo ilegal de la cocaína erradicando la producción de la hoja de coca en toda América Latina. En ves de reprimir a los productores latinoamericanos de hoja de coca, y entrometerse en los asuntos internos de los países de América Latina, la comunidad internacional—y especialmente los Estados Unidos—deberían enfocar la llamada “Guerra a las drogas” en fomentar soluciones más prácticas enfocadas a minimizar la demanda del consumo de la cocaína. Sin mayor demanda, no existiría el problema de mayor producción.

Bolivia (tanto como Perú, Colombia, y Ecuador) tienen el derecho soberano de cultivar, producir, y consumir la hoja de coca; y continuar usando los beneficios de sus derivativos holísticos. Ya es tiempo de terminar con esa absurda penalización.

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